Ascensores no solo para vagos: valdrán también para acercarnos a la Luna

Ya en 1895, el físico ruso Konstantin Tskiolkovsky alzó la mirada hacia la punta más alta de la Torre Eiffel de París y se la imaginó unida por un gran cable a algún punto del espacio. Desde entonces, numerosos científicos, ingenieros, astronautas y escritores han soñado con la creación de un ascensor espacial.

Esta idea, que hace un siglo solo tenía cabida en la imaginación, está cada vez más cerca de convertirse en realidad. Investigadores de las Universidades de Columbia y Cambridge han propuesto una nueva solución: instalarlos en la luna. Algo que, señalan, sería factible con los materiales de los disponemos hoy en día.

Primeras ideas: partiendo de la tierra

“Damas y caballeros, bienvenidos a bordo del elevador espacial Millennium-Two de la NASA. Su primera parada será la plataforma de nivel lunar, antes de continuar hacia la zona de desarrollo del New Frontier Space Colony. El viaje completo durará aproximadamente 5 horas, así que siéntese y disfrute el viaje. A medida que nos elevamos, asegúrese de mirar por la ventana mientras la curvatura de la tierra se hace visible y el cielo cambia de azul profundo a negro. ¡Seguramente una de las vistas más impresionantes que jamás haya visto!».

Suena a película de ciencia ficción, pero según la NASA es una posibilidad real. “Un elevador espacial que los investigadores consideran hoy como un sistema de transporte espacial para el próximo siglo”, señalaban ya en el año 2000.

En aquellos momentos, concebían la infraestructura como “un cable largo que se extiende desde la superficie de nuestro planeta hacia el espacio, con su centro de masa en la órbita geoestacionaria de la tierra, a 35.786 km de altitud”. Estaría unido a una torre de unos 50 km de altura, situada en un lugar cercano al ecuador, una zona prácticamente desprovista de huracanes y tornados y alineada correctamente con las órbitas geoestacionarias.

De esta manera, el cable estaría en órbita alrededor de la tierra. A lo largo del mismo se desplazarían vehículos electromagnéticos a velocidades de miles de kilómetros por hora. Servirían para transportar personas, cargas y energía hacia el espacio. Para evitar que la estructura cayese a la tierra, señalan desde la NASA, la unirían a una masa de contrapeso más allá de la órbita geoestacionaria.

Ascensores que cuelgan de la Luna

La idea de este ascensor con base en algún punto de la línea ecuatorial terrestre fue planteada por David Smitherman, de la NASA, en la publicación ‘Space Elevators: An Advanced Earth-Space Infrastructure for the New Millennium’. En ella señalaba que su construcción sería viable a finales del S. XXI.

Sin embargo, un grupo de investigadores de las Universidades de Columbia y Cambridge han planteado otra solución que, señalan, podría hacerse realidad con materiales que existen hoy en día. Aunque en este caso el ascensor no saldría directamente de la tierra, sino que colgaría de la luna.

Se trata del proyecto Spaceline, basado en un cable que comunicaría la luna con las proximidades de la tierra. De esta forma, los astronautas solo tendrían que alcanzar el punto final de Spaceline, colgando en órbita. A partir de ahí, libres de la gravedad terrestre y la presión atmosférica, ascenderían a bordo de un transbordador alimentado por energía solar.


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∴ Imágenes | Unsplash/Francisco De Legarreta C.Unsplash/NASA

 

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