¿A qué sabe tu nombre? Esta periodista con sinestesia te lo cuenta

El nombre Jesús sabe a Maltesers. Charlotte a piruleta de frambuesa y Madison a cera de oídos con chocolate. O, al menos, así lo es para Julie McDowall. Esta periodista británica tiene sinestesia léxico-gustativa, una condición que le hace relacionar el gusto con las palabras.

La American Psychological Association estima que una de cada 2.000 personas son sinestésicas en mayor o menor grado. Una condición que suele repetirse entre miembros de una misma familia y que es más común entre las mujeres.

PATATA CRUDA, FROSTIES Y CARAMELOS

Hace unas semanas, Julie McDowall publicó un tuit en el que se ofrecía a decir a los usuarios a qué les sabía su nombre. Y recibió un aluvión de respuestas de personas no solo interesadas en saberlo, sino también intrigadas por las características de esta extraña (y divertida) sensación. En pocos días, recibió más de 17.000 comentarios.

De esta forma, Amy, John y Miranda descubrieron que sus nombres saben a tiras de bacon crudo, botones de cuero del cárdigan de una persona mayor y a obleas, respectivamente. Alguno descubrió que su nombre puede saber a algo tan concreto como los cereales Frosties, pero solo cuando empiezan a reblandecerse.

Otro usuario confesó que también tiene sinestesia y puede relacionar colores con sabores y el tacto con el sonido. Además, puede oír olores y personificar números. Él y Julie McDowal coinciden: ¿cómo será no tener esta condición?

En realidad, la periodista británica es consciente de su sinestesia desde que tenía ocho años. Cuando su tía le dijo que iba a llamar a su futura hija Sarah, la pequeña lo tuvo claro: «¡Qué asco!» -dijo- “¡Sarah sabe a grasa!”. Poco después descubrió que su hermana también comparte esta condición (aunque no siempre coinciden con los sabores de las palabras) y que la habían heredado de su madre.

LA RELACIÓN ENTRE LOS SENTIDOS

La sinestesia consiste en una relación anómala entre los sentidos. Al estimularse uno (como por ejemplo, la vista), se produce simultáneamente otra sensación en otro (como por ejemplo, el oído). De esta forma, las personas con sinestesia pueden oír colores o sentir sonidos.

Una de las manifestaciones más comunes consiste en relacionar letras, dígitos y palabras con colores determinados. Se conoce como sinestesia grafema-color. Sin embargo, no todos los sinestésicos hacen las mismas relaciones. Mientras que para uno el número siete puede ser verde, para otro puede ser azul. O rosa.

Existe también la sinestesia música-color, que lleva a visualizar diferentes colores dependiendo de las características del sonido. O la conceptual, con la que se visualizan conceptos abstractos (como unidades de tiempo u operaciones matemáticas) con una forma en concreto.

En este caso, el mes de marzo (por ejemplo) puede tener una forma ovalada y tres días una triangular. La lista sigue, con algunos tipos más frecuentes que otros. Entre los más raros se encuentran los que relacionan gusto y sonido o gusto y temperatura, por ejemplo.


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∴ Imágenes | Unsplash/Pete Wright

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